Cansados de la invasión de viviendas de uso turístico (VUT), los vecinos de Madrid están tomando medidas drásticas para proteger sus comunidades. La modificación de los estatutos de la comunidad de propietarios y el aumento de cuotas a los propietarios de estos pisos son algunas de las estrategias adoptadas. En el portal 30 de la calle del León, en el Barrio de las Letras, los residentes decidieron actuar después de años de convivencia con un hostal que abrió en 2018. A pesar de las denuncias presentadas ante la Comunidad de Madrid, la situación no mejoró, lo que llevó a los vecinos a cambiar los estatutos y prohibir el uso de viviendas para actividades turísticas.
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Cambio de estatutos en León 30
El cambio de estatutos aprobado en el portal 30 de la calle del León no tiene efectos retroactivos, por lo que las viviendas turísticas ya existentes pueden seguir operando. Sin embargo, esta medida evita la instalación de nuevas VUT en el futuro. «Queremos que las viviendas se destinen a que vivan los vecinos, punto», enfatizó uno de los residentes. Desde que el hostal se instaló en el tercer piso, los vecinos comenzaron a investigar y denunciaron la situación, aunque el proceso de verificación de la licencia es lento.
La problemática en aumento
El caso de León 30 es solo uno de muchos en la ciudad. El Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) recibe numerosas consultas sobre cómo prohibir el uso turístico de las viviendas. La abogada del CAFMadrid, Patricia Briones, explicó que la mayoría de las consultas se centran en la regulación administrativa de estos pisos y las medidas que las comunidades pueden adoptar para prohibir este uso. Ante la falta de una regulación clara por parte del Gobierno, muchos propietarios están cambiando los estatutos de manera preventiva.
Legislación y decisiones comunitarias
La Ley de Propiedad Horizontal permite a las comunidades de propietarios realizar estos cambios. El artículo 17 establece que «el acuerdo por el que se limite o condicione el ejercicio de la actividad requerirá el voto favorable de las tres quintas partes del total de los propietarios». En el caso de León 30, ocho de los doce vecinos votaron a favor. La misma mayoría es necesaria para establecer cuotas especiales de gastos o incrementar la participación en los gastos comunes, siempre que no supere el 20%.
Los inquilinos de León 30 también consideraron esta opción debido al uso intensivo del ascensor y la puerta por parte de los huéspedes del hostal, lo que provoca un mayor desgaste y costos de reparación.
Medidas adicionales de seguridad
Además del cambio en los estatutos, los vecinos decidieron cambiar completamente la cerradura del edificio por una que requiere un código para hacer copias, con el objetivo de evitar que los inquilinos del hostal puedan replicar las llaves fácilmente. La inseguridad es una de las principales preocupaciones de los vecinos. La constante entrada y salida de personas ha transformado la comunidad, convirtiendo lo que antes era un vecindario de familias y alquileres permanentes en un flujo constante de turistas.
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Experiencias en otros barrios
En la Calle Mayor, otra comunidad de propietarios también modificó sus estatutos para enfrentar el problema de las VUT. A pesar de las denuncias, la falta de inspectores dificulta el control de estos pisos ilegales. En la calle Toledo, una vecina logró que el propietario de un piso turístico cesara la actividad tras advertirle sobre las normas comunitarias. «No deberían permitirse este tipo de viviendas porque los usos son incompatibles», afirmó.
Nueva oficina de atención a afectados
La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm) inauguró una Oficina de Afectados por las Viviendas de Uso Turístico en Lavapiés en octubre, debido a la expansión del problema más allá del distrito Centro. En Arganzuela se abrió otra oficina y, debido a la alta demanda, se prevé la apertura de un nuevo servicio en Chamberí en septiembre. Patricia Briones señaló que «zonas que antes no tenían problemas con las VUT, ahora los están teniendo», incluso en barrios periféricos y viviendas en la sierra madrileña.
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Medidas del Ayuntamiento de Madrid
El Ayuntamiento de Madrid implementó un plan de choque contra las VUT, suspendiendo temporalmente las concesiones de licencias y endureciendo las sanciones para quienes no cumplan con la normativa. Las multas pueden alcanzar hasta 190.000 euros. Mientras se elabora la modificación del Plan General, prevista para septiembre de 2024, los vecinos se blindan para evitar la convivencia con turistas.
Los vecinos de Madrid están tomando medidas proactivas para proteger sus comunidades de la proliferación de viviendas turísticas. La modificación de los estatutos de la comunidad y la implementación de medidas de seguridad son solo algunas de las estrategias utilizadas. La falta de una regulación clara y la lenta respuesta de las autoridades han llevado a los residentes a actuar por su cuenta. La lucha contra las VUT continúa, con el objetivo de preservar la calidad de vida y la seguridad en los vecindarios de Madrid.