El mundo dio un par de vuelcos en junio con eventos económicos y geopolíticos. El Banco Central Europeo (BCE) decidió recortar sus tipos de interés, mientras que en el otro lado del globo, Israel e Irán estuvieron intercambiando tensiones explosivas. Por si fuera poco, casi todos en la OTAN, menos España, se pusieron de acuerdo para aumentar el gasto militar. A pesar de este caos aparente, el euríbor se mantuvo en calma, cerrando el mes con un valor mensual medio de 2,08%, casi igual al de mayo.
Un alivio para los hipotecados
Este estancamiento del euríbor parece como una bocanada de aire fresco para aquellos con hipotecas variables. Según Miquel Riera, analista de HelpMyCash.com, la mayoría de hipotecas ligadas a este índice notarán una importante rebaja en sus cuotas. Aunado a esto, si tu revisión de interés es anual, prepárate para sonreír cuando llegue tu próxima cuota. Para que te hagas una idea, un préstamo medio de 150,000 euros a 25 años podría bajar sus pagos mensuales de 847 a 718 euros. Eso son casi 1,550 euros menos al año. No es poca cosa.
Detenerse un momento, mirar alrededor
Aunque parece que este respiro económico durará, hay que estar atentos a la bola de cristal geopolítica. Los conflictos, como el que vimos entre Israel e Irán, podrían llevar a un aumento en los precios de petróleo y gas, influyendo directamente en el euríbor. Por el momento, esta pequeña pausa es un buen cambio de tendencia después de varios descensos consecutivos del índice en el año.
Mirando hacia adelante: ¿qué esperar?
Después de un tenso alto al fuego en Oriente Medio, todo indica que el BCE podría recortar solo una vez más sus tipos este año. La meta es dejar el interés de referencia cerca del 1,75%, lo que llamamos el “tipo natural” que debería equilibrar crecimiento económico y estabilidad de inflación. Las previsiones de Riera apuntan a que el euríbor podría cerrar el 2025 en algún punto entre 1,90% y 2%. Sin embargo, este es un mundo cambiante, y debemos estar preparados para sorpresas. Factores como conflictos bélicos, incremento de aranceles y gasto militar podrían complicar el panorama.
En resumen, aunque las hipotecas variables ahora se beneficien de cuotas más bajas, no debemos olvidar que estamos en un tablero mundial en constante cambio. Mantenerse informado y adaptarse rápidamente se vuelve crucial para surfear estas olas económicas sin naufragar. Al final del día, el euríbor nos da un respiro, pero tenemos que estar preparados para lo impredecible.