El cambio en la legislación sobre los planes de pensiones individuales, que entra en vigor el 1 de enero de 2025, ha despertado el interés de muchos ahorradores. A partir de esa fecha, los partícipes podrán rescatar su dinero acumulado sin necesidad de cumplir con las circunstancias tradicionales como la jubilación o una incapacidad laboral. Bastará con expresar la voluntad de rescate a la entidad financiera. Sin embargo, existen algunas condiciones importantes que se deben considerar para evitar sorpresas fiscales desagradables.
¿Quién puede rescatar su plan de pensiones y cuánto?
A partir del próximo año, los partícipes de planes de pensiones podrán rescatar los fondos acumulados hasta el 31 de diciembre de 2015. Esto significa que solo las aportaciones que tengan más de 10 años de antigüedad serán elegibles para ser retiradas. Para el 2026, se incluirán las aportaciones realizadas hasta el 31 de diciembre de 2016, y así sucesivamente, a medida que las aportaciones vayan cumpliendo una década.
Este cambio supone una oportunidad atractiva para aquellos que quieran disponer de sus ahorros antes de la jubilación, pero también trae consigo un impacto fiscal que no se debe pasar por alto.
¿Qué hay del impacto fiscal?
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es cómo el rescate del plan de pensiones afectará a tu declaración de la renta. Según la normativa actual, el capital rescatado se considera como un rendimiento del trabajo, lo que significa que se sumará a la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esto puede implicar que Hacienda se quede con una parte significativa de lo que retires, ya que los tipos impositivos actuales oscilan entre el 19% y más del 50%, dependiendo de la base imponible del contribuyente.
Estrategias para minimizar el impacto fiscal
Dado el impacto fiscal que puede tener el rescate de un plan de pensiones, los expertos recomiendan planificar una estrategia adecuada antes de tomar cualquier decisión. Una de las estrategias más comunes es el rescate mixto, que consiste en retirar parte del capital en forma de renta y parte en forma de capital.
Para aquellos que realizaron aportaciones antes del 1 de enero de 2007, existe la posibilidad de beneficiarse de una reducción del 40% en el IRPF sobre los importes rescatados. Esto significa que, si retiras 50.000 euros correspondientes a esas aportaciones, solo tendrás que tributar sobre el 60% de esa cantidad. Sin embargo, este beneficio fiscal tiene limitaciones que deben considerarse.
La reducción del 40% y el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC)
Hasta hace poco, esta reducción solo podía aplicarse en un solo ejercicio fiscal y para una misma contingencia (jubilación, desempleo, incapacidad, etc.). Sin embargo, el Tribunal Económico Administrativo Central ha modificado esta interpretación, permitiendo que los partícipes apliquen la reducción del 40% en varios planes de pensiones durante tres años consecutivos. Esto abre una nueva puerta para distribuir el impacto fiscal a lo largo del tiempo y reducir la carga impositiva.
Además, si solo tienes un plan de pensiones, podrías considerar realizar traspasos para dividir el capital en varios planes y así maximizar la reducción del 40%.
¿Qué pasa con los rendimientos?
Además del capital aportado, los rendimientos generados por los planes de pensiones también están sujetos a impuestos. Los planes de renta variable han sido los más rentables en los últimos 20 años, con una rentabilidad anual del 5,8%. En cambio, los planes de renta fija a corto plazo han generado un rendimiento mucho menor, del 0,7% anual. Esto significa que el impacto fiscal puede variar según el tipo de plan de pensiones que tengas y su rendimiento.
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Es importante recordar que, aunque se rescate parte del plan de pensiones bajo el nuevo supuesto de liquidez, es posible seguir realizando aportaciones para otras contingencias futuras como la jubilación, incapacidad o fallecimiento. Esto permite mantener la flexibilidad de los planes de pensiones mientras se aprovechan las nuevas condiciones de liquidez.
Consejos para el rescate de tu plan de pensiones
- Evalúa tu situación financiera y fiscal: Antes de decidir rescatar tu plan de pensiones, es fundamental que consultes con un asesor fiscal que pueda ayudarte a elaborar una estrategia personalizada. Esto te permitirá minimizar el impacto fiscal y aprovechar al máximo los beneficios disponibles.
- Considera la opción del rescate mixto: Combinar el rescate en forma de renta y capital puede ser una forma eficiente de gestionar tu liquidez y optimizar tu tributación.
- No te precipites: Aún quedan algunos meses antes de que entre en vigor la nueva normativa. Utiliza este tiempo para analizar todas las opciones y preparar una estrategia adecuada.
- Revisa las normativas autonómicas: Algunas comunidades autónomas, como el País Vasco y Navarra, tienen normativas fiscales especiales que podrían influir en el rescate de tu plan de pensiones.
El nuevo escenario para los planes de pensiones individuales a partir del 1 de enero de 2025 ofrece una oportunidad sin precedentes para disponer de tus ahorros. Sin embargo, el impacto fiscal puede ser considerable si no se planifica adecuadamente. La clave está en entender bien las condiciones, conocer las opciones disponibles y diseñar una estrategia que te permita optimizar el rescate sin llevarte sorpresas desagradables en la declaración de la renta.